Generalidades
Parece
ser que su origen botánico se localiza en Asia Menor, donde puede
encontrársela en estado espontáneo y de cuya forma original, a partir de
selecciones iniciadas en el siglo XVII, proceden las formas actuales.
La
zanahoria (Daucus carota L.) es una planta bianual de la familia de las
umbelíferas, pero se cultiva como anual en todos los ciclos del año,
aprovechando las condiciones climáticas óptimas que le permitan
satisfacer la máxima acumulación de sustancias en la raíz pivotante y la
emisión de un sistema foliar dispuesto en roseta. En un hipotético
segundo año o en determinadas condiciones de alternancias de periodos
cálidos, fríos y cálidos; la planta emite un tallo floral que se remata
en flores dispuestas en umbelas de distintos órdenes.
La raíz,
hipertrofiada, está pigmentada de caroteno (futura vitamina A) que le
aporta la fuerte coloración anaranjada generalmente, o violeta, o
amarilla. Las hojas son compuestas, de largo peciolo y forman en torno
al cuello una roseta de suma importancia en los cultivos actuales,
porque de su fuerte implantación dependerá la facilidad mayor o menor
para la recolección mecanizada.
Fue parte importante en la
alimentación moderna actual, por su contenido vitamínico, en vitaminas
A,B y C, siendo muy apreciada principalmente por su contenido en
caroteno, precursor de la vitamina A.
Se aprovecha tanto por su
consumo directo en fresco como mediante su industrialización,
principalmente en congelado, conserva, purés y alimentos especiales para
niños, cuarta gama, etc.
Importancia económica
Existen
en España cuatro grandes zonas productivas: Castilla-León (sobre todo,
la provincia de Segovia), Castilla-La Mancha (sobre todo la provincia de
Toledo), Andalucía Occidental (provincia de Cádiz) y Comunidad
Valenciana (sobre todo, la provincia de Valencia). En las dos primeras
zonas se suelen utilizar cultivares de polinización abierta, que
dan raíces grandes, compactas, en producción de estación, que suele
destinarse al mercado interior o a la industria. En las dos últimas
áreas se suelen utilizar más asiduamente cultivares híbridos, que
dan raíces más cortas, con ciclos productivos más reducidos, precoces o
tardíos, destinados principalmente al mercado en fresco y a la
exportación.
Nosotros somos exportadores. Distribuimos las
zanahorias fundamentalmente en Francia, Inglaterra, Irlanda, Alemania y
algo en Escandinavia. .
En general, puede decirse que está
volviendo a ser interesante el cultivo de la zanahoria. Anteriormente
hemos tenido años en lo que ha sobrado zanahoria en Europa pero ahora
los precios han subido bastante.
El cultivo de la zanahoria se ha
incrementado en España durante los últimos años, ocupando en 1990,
6.083 ha y dando una producción de 252.228 t. Las provincias españolas
con mayores producciones de esta hortaliza son: Segovia, Cádiz y
Valladolid.
En 1990 se exportaron 30.119 t, por un valor de 1.512.672.000 pesetas, destinadas principalmente a Francia.
Taxonomía y descripción botánica
Familia: Umbelíferas.
Nombre científico: Daucus carota L.
Origen: Europa y Asia.
Planta:
bianual. Durante el primer año se forma una roseta de pocas hojas y la
raíz. Después de un período de descanso, se presenta un tallo corto en
el que se forman las flores durante la segunda estación de crecimiento.
Sistema radicular:
raíz napiforme, de forma y color variables. Tiene función almacenadora,
y también presenta numerosas raíces secundarias que sirven como órganos
de absorción. Al realizar un corte transversal se distinguen dos zonas
bien definidas: una exterior, constituida principalmente por el floema
secundario y otra exterior formada por el xilema y la médula. Las
zanahorias más aceptadas son las que presentan gran proporción de
corteza exterior, ya que el xilema es generalmente leñosos y sin sabor.
Flores:
de color blanco, con largas brácteas en su base, agrupadas en
inflorescencias en umbela compuesta,con predominio de polinización
cruzada como consecuencia de mecanismos de protandria.
Semillas: semillas
pequeñas de color verde oscuro y con dos caras asimétricas, una plana y
otra convexa, provista en sus extremos de unos aguijones curvados. El
peso de 1.000 semillas es de unos 0.70 g y su capacidad germinativa
media de tres años.
Fisiología del crecimiento
La
zanahoria es una planta bianual que, en condiciones normales, durante
el primer año de cultivo desarrolla primeramente una roseta de hojas y
almacena posteriormente sus reservas en su propia raíz,
hipertrofiándola. Estudios realizados a los procesos fisiológicos de la
acumulación de azúcares en la zanahoria y su relación con otros
parámetros del crecimiento, han concluido que las líneas varietales que
acumulan mayor contenido en azúcares son las que poseen una madurez
fisiológica más tardía, lo que les permite una mayor prolongación de la
actividad fotosintética.
Durante el segundo año de cultivo emite
el tallo floral, que se expansiona gracias a las reservas acumuladas en
el primer año de cultivo. La zanahoria es una planta de día largo.
Se
ha encontrado una cierta correlación entre el calibre de las semillas
de zanahoria y su facultad germinativa, constatando que para calibres
inferiores a 128.4 micras, la capacidad germinativa es prácticamente
nula, aumentando ésta fuertemente con el incremento del calibre hasta un
valor de 800 micras, a partir del cual las tasas de aumento de la
capacidad germinativa son más lentas y, a partir de un calibre de 1.250
micras, puede decirse que los incrementos observados en la capacidad
germinativa de las semillas son muy escasos.
Experiencias
realizadas en este cultivo, han demostrado que una exposición de plantas
de zanahorias durante quince días a una temperatura de 4-10ºC produjo
la subida a flor prematura del 100 por 100 de las plantas. Si la
temperatura de crecimiento era de 15-21ºC, sólo se producía la subida a
flor prematura de un escaso porcentaje de las mismas y a 21-27ºC no se
observaba emisión alguna de tallos florales.
La subida a flor
prematura es un accidente fisiológico que deprecia la calidad comercial
de las zanahorias, puesto que con la floración se produce una rápida
lignificación de los tejidos radiculares. Existen algunos cultivares más resistentes que otros a la floración prematura.
Un tratamiento posterior a la vernalización con temperaturas altas
(
temperatura del día de 32ºC, temperatura de la noche de 37ºC), puede
disminuir en un 80-90 % la altura de los tálamos florales.
Otros
factores, como las siembras tardías y las plantaciones con altas
densidades, disminuyen la incidencia de la subida a flor prematura, lo
que quiere decir que la respuesta a la vernalización está relacionada
con una cierta “madurez” de la planta.
Se ha constatado que la
aplicación de daminocida a la dosis de 5.000 ppm en dos tratamientos
distanciados dos semanas, y aplicados entre dos y cuatro semanas
anteriores a la época normal de floración, reducía la elongación de los
tálamos florales, retrasando su subida sin afectar a la calidad de las
raíces. También se ha observado una mayor respuesta en los cultivares
resistentes a la floración prematura y, en cualquier caso, aconsejan
adaptar la dosis de fitorregulador a cada variedad.
En el color y el tamaño que han de alcanzar las raíces de zanahoria juega un importante papel la temperatura.
El
sabor de la zanahoria está regido por su composición en azúcar y
flavonas. Entre los azúcares resulta muy importante la relación entre
los hidratos de carbono reductores (fructosa y glucosa) y los no
reductores (sacarosa), y este carácter, al parecer, está regido por un
gen simple y dominante.
La zanahoria ha sido muy utilizada en las
modernas técnicas de cultivos de tejidos, siendo de destacar que en
1964 se consiguió regenerar plantas enteras a partir de células de
floema de la raíz de la zanahoria.
Material vegetal
Dejando
de lado los cultivares locales y antiguos de raíces violetas y
amarillas, por el tipo de raíz podemos establecer los siguientes tipos
varietales:
• Tipo Parisienne, muy cortas y gruesas.
• Tipo Amsterdam, alargadas, cilíndricas.
• Tipo Nantesa, semilargas, cilíndricas, (15-20 cm) y sin punta.
• Tipo Colmar, de grandes raíces muy largas y cónicas.
• Tipo Imperator, muy alargadas, finas y rematadas en punta.
• Tipo Cantenay, cortas, gruesas y que rematan en punta pronunciada.
Por el ciclo de cultivo en España en las zonas representativas, podemos clasificarlas:
• Contraestación, recolecciones de abril y mayo.
• Precoces, junio y julio.
• De media estación, septiembre y octubre.
• De conservación, de noviembre a febrero.
Dentro de los diferentes ciclos de cultivos más frecuentes en España, las variedades comerciales más cultivadas son:
• En contraestación: Tino, Nanco, Parano, Nandrin, Nandury y Lunar.
• En ciclo corto: Nanda, Concerto, Premia, Predor, Nandrin.
• En ciclo medio: Maestro, Tino, Valor, Anglia, Parano, Nandrin y Turbo.
• En ciclo largo: Bolero, Major y Nerac.
Para venta en Manojos:
• Mokum y Almaro.
Exigencias en clima y suelo
Aunque
en ciertos momentos del ciclo vegetativo las zanahorias pueden soportar
heladas de hasta -3 ºC para llegar a perder su parte aérea y hasta -5
ºC para sufrir daños en las raíces, las temperaturas óptimas de
desarrollo están comprendidas entre 15 ºC y 18 ºC. La semilla comienza a
germinar a partir de 7 ºC, con un arco óptimo que va desde 15 ºC a 20
ºC, y acaba en un máximo de 30 ºC.
En el periodo de acumulación
de reservas, las temperaturas frescas sostenidas provocan el
alargamiento y la fuerte pigmentación de la raíz, por el contrario, las
temperaturas elevadas, la acortan y la hacen palidecer.
Si a
partir de una cierta edad de la planta y un determinado número de hojas,
generalmente siete, se producen temperaturas frías de forma reiterada,
se puede provocar una vernalización que dará como consecuencia la subida
a flor. Este fenómeno es posible en los cultivos de contraestación o en
ciclos precoces con periodos climáticos poco habituales.
Posee
exigencias importantes de humedad y, en caso de sufrir de sequía, la
raíz adquiere un aspecto menos cilíndrico y se forma sobre el periciclo
un reticulado fibroso que deprecia el valor de esta raíz hortícola.
El
cultivo de la zanahoria es muy exigente en suelos y no se desarrolla
plenamente en cualquier situación. El crecimiento de la raíz y su
calidad vienen influenciados directamente por el suelo y las
características culturales de la parcela. Por eso, cierto tipo de suelos
como los muy arcillosos o demasiado pedregosos no son aptos para el
cultivo.
Para exprimir al máximo el desarrollo integral de la
zanahoria se requiere un suelo profundo, con una textura franco-arenosa o
limosa capaz de mantener bien la humedad y con porosidad suficiente
para conferirle una buena aireación. Los terrenos pesados producen
raíces duras, fibrosas, de menor longitud, coloración y diámetro. Pueden
provocar fácilmente podredumbres. Los muy pedregosos retuercen o
bifurcan en exceso las raíces, impiden los cultivos homogéneos y
dificultan extraordinariamente la recolección. La zanahoria requiere
terrenos neutros o ligeramente alcalinos y no soporta los suelos ácidos.
El pH adecuado debe variar entre 6,5 y 7,5. Es igualmente muy sensible a
la salinidad, la CE o medida de salinidad tiene que estar menos de 0.6 o
no va a producir bien.
No es aconsejable hacer fuertes aportes
de materia orgánica inmediatos a una siembra de zanahorias que liberen
nitrógeno en exceso provocando un fuerte desequilibrio entre las raíces y
las hojas a favor de estas últimas y disparen ciertos problemas
patológicos (Cavity spot). Por el contrario, niveles muy pobres de
materia orgánica ocasionan problemas de estabilidad en la estructura de
la raíz e indirectamente se provocan problemas de pudrición. Si se
hacen, es preferible incorporarlos dentro de la rotación en el cultivo, o
con una antelación de 5 ó 6 meses antes de sembrar.
Además de
las condiciones básicas descritas, un buen drenaje, nivelación y
ventilación sin un exceso de exposición al viento son condiciones
igualmente requeridas.
En cuanto a los precedentes culturales,
acepta bien las liliáceas, las hortalizas de hojas y los grandes
cultivos, como el maíz. No son cultivos aconsejables las hortalizas de
raíz ni repetir otro cultivo de zanahorias en al menos cinco años.
Fertilización
Para la fertilización mineral es aconsejable partir con el conocimiento que da un análisis de suelo reciente.
En
la fertilización nitrogenada hay que tener en cuenta que si se ha
incorporado estiércol hay que limitar el uso de nitrógeno durante el
cultivo a fin de evitar los altos contenidos de nitratos en las raíces
cuando llegue el producto a los consumidores. Se sabe que los abonados
precoces con nitrógeno favorecen la formación de caroteno y, por otro
lado, el uso tardío y en exceso puede desequilibrar la relación
raíces/hojas a favor de estas últimas en detrimento de una buena calidad
de raíz. El ideal es mantener esta relación de forma progresiva.
El
nitrógeno suele aplicarse en fondo a razón de 60-80 UF y el resto en
cobertera fraccionado en varias veces. La siguiente, un mes después de
la emergencia del cultivo, preferiblemente en forma amoniacal con 30-40
UF de N2. Treinta días después, se suele aplicar en forma de nitrato
potásico con 20-30 UF.
El fósforo se usa todo en fondo con las
labores de preparación de suelo, y la potasa toda en fondo o,
preferiblemente, se deja para la última fase del cultivo en forma de
sulfato potásico con 40-60 UF.
Para rendimientos superiores a 50 tn/ha. suelen aconsejarse cantidades medias:
• N2: 120-140 UF.
• P2O5: 80-150 UF.
• K2O: 200-400 UF.
• CaO: 100 UF.
• Mg: 20-40 UF.
Es
una hortaliza que puede acusar frecuentemente la carencia de boro,
existiendo riesgo de carencia en suelos calizos cuyo contenido en boro
sea inferior a 1 ppm. En tales casos será conveniente la incorporación
de bórax en el abonado de fondo, así como pulverizaciones foliares con
soluciones nutritivas de boro. En cualquier circunstancia, no debe
sobrepasarse la dosis normal de utilización. En suelos ácidos este
riesgo disminuye hasta contenidos de 0.3-0.4 ppm.
Se ha
constatado que la aplicación al suelo de determinados pesticidas puede
incrementar el contenido de caroteno de las raíces de zanahoria,
mientras que el empleo del herbicida metoxurón puede disminuirlo.
Riegos
En
las condiciones de climas áridos, a las cuales pertenecen nuestras más
importantes zonas productoras españolas, el riego es necesario para un
cultivo rentable que busque un producto de calidad.
Hay tres períodos críticos para el riego en el cultivo de zanahoria:
• Implantación del cultivo: período que va desde la emergencia hasta que las plantas emiten las dos primeras hojas verdaderas.
•
Desarrollo de las hojas y la elongación de la raíz: las necesidades de
agua crecen paralelamente al desarrollo del sistema foliar.
•
Engrosamiento de la raíz: el aumento de peso es muy rápido y se gana o
se pierde el rendimiento del cultivo. Es la fase de acumulación en la
raíz del caroteno, cuando adquiere la fuerte coloración anaranjada. La
falta de riegos en estos momentos puntuales ocasiona pérdidas
irreparables en el rendimiento. Los déficits sostenidos ocasionan la
pérdida en rendimientos por raíces más finas, también la depreciación
del producto por deformaciones en el grosor o productos endurecidos y
menos lisos. El exceso o las variaciones bruscas en los riegos, pueden
provocar agrietados y pudriciones radiculares.
Un cultivo regado
de forma progresiva en función del estado de desarrollo de las raíces
produce un aumento del rendimiento en mayores calibres. Produce raíces
más lisas con las lenticelas menos marcadas. La actividad fotosintética
es mayor y, por lo tanto, se traduce en una mayor tasa de acumulación de
azúcares.
Preparación del terreno
De
una buena preparación del suelo van a depender los intercambios entre
la planta y el suelo y, con ello, los buenos resultados del cultivo.
Para el establecimiento del cultivo, para el máximo desarrollo de la
raíz, así como para una correcta recolección, debemos preparar una banda
homogénea de 25-30 cm, en función de los hábitos tradicionales de
preparación; evitando preparaciones muy superficiales que impidan el
pleno desarrollo de la raíz, ni excesivamente profundas que provoquen la
subida de materiales del fondo poco fértiles.
Suele ser
aconsejable subsolar con anterioridad a la labor de fondo, con unos 10
cm por debajo de la capa arada para romper la "suela" formada por
sucesivas preparaciones del suelo. Esta labor permite el pleno
desarrollo en profundidad de la raíz.
Inmediatamente antes de la
siembra, debe prepararse el lecho de la simiente. Tiene como misión
afinar las partículas de tierra, romper los terrones formados en la
preparación y nivelar la parcela. La finalidad es crear la banda de
tierra fina capaz de asegurar un buen contacto con la semilla; facilitar
la acción de los herbicidas y asegurar que durante el periodo de
emergencia de la semilla ascenderá hasta ella el agua por capilaridad.
Es, por tanto, imprescindible para ello no dejar esta banda de suelo
extremadamente mullida.
Siembra
La
siembra se realiza con sembradora neumática o mecánica (cinta o
discos). Se trata de encontrar el equilibrio para que condiciones
óptimas de tempero y mullimiento de suelo, junto con una regulación
adecuada del sembrador y la utilización de semillas certificadas de
calibres homogéneos superiores a 1,2 m/m, se conjuguen para dar una
emergencia uniforme.
Dos aspectos son básicos a tener en cuenta a
la hora de la siembra: la densidad y la repartición de la semilla en el
suelo. Para tener el máximo de raíces comerciales hay que despreciar
los calibres pequeños y los excesivamente grandes y buscar la máxima
homogeneidad. Para procurarla hay que favorecer que la emergencia de las
semillas sea agrupada y rápida, que cada raíz exprima al máximo las
condiciones de su fracción de suelo y que durante todo el cultivo el
agricultor pueda realizar las labores de cultivo de la forma más
rentable y cómoda.
En los cultivos modernos, suele sembrarse en
bancos o mesitas de 1,5 m. de ancho, de 3 a 6 líneas de siembra
(normalmente 4), en función de la textura del suelo y el destino del
cultivo, dejando pasillos para el paso de la maquinaria. Dentro de cada
uno de los surcos, se ha pasado de hacer una siembra en línea perfecta
por hacer una siembra en línea ancha o banda, para permitir que cada una
de las raíces se acomode y encuentre su espacio, evitando las
deformaciones por la presión de las raíces vecinas. Suele emplearse
entre 1,5 a 2,5 millones de semillas/ha, en función del destino de las
zanahorias, menor para manojito o primores y mayor para las zanahorias
de plena estación y destino a lavado.A medida que se incrementa la
densidad de plantación las raíces son más cilíndricas y menos cónicas,
aunque pueden aparecer interacciones con otros factores como el
cultivar, la temperatura, el momento de efectuar la recolección, etc.,
en lo que se refiere a los rendimientos.
La profundidad de la
semilla en la siembra debe quedar en 0,7 a 1 cm, en suelos pesados y de 1
a 1,3 para suelos ligeros. Cuando se utiliza semilla revestida, las
profundidades aconsejadas van de 1,2 a 1,5 cm.
En zonas
templadas puede sembrarse a lo largo de todo el año, aunque normalmente
se suele sembrar entre febrero y noviembre. En regiones más frías, como
las de Castilla-León, en que se cultivan zanahorias de raíces compactas
destinadas a la industria o al mercado interior, las siembras se hacen
entre marzo y mayo, para recolectar entre finales de la primavera y
mediados del otoño, siendo en esta zona frecuente la sistematización del
terreno en mesetas distanciadas 1-1,10 m, sobre las que se siembran 4-6
líneas.
Labores de cultivo
Actualmente,
la siembra de zanahoria se extiende a lo largo de todo el año, bien
aprovechando ciclos de contraestación en regiones cálidas, bien usando
túneles plásticos, invernaderos o la colocación sobre el lecho de
siembra, en la primera etapa del cultivo, de láminas de plástico (PE) o
mantas térmicas no tejidas.
Como cualquier cultivo, la zanahoria
requiere cuidados en progresión. Soporta mal el estrés hídrico, los
grandes cambios climáticos y los terrenos pedregosos, mal preparados o
aquellos que no liberan los elementos fertilizantes de forma progresiva y
suficiente.
Compite mal con las malas hierbas, sobre todo en las
primeras fases de cultivo hasta que cubre el suelo con su masa foliar.
En la actualidad existen buenos herbicidas selectivos que permiten
controlar las malas hierbas, pero que es preciso usar en el contexto de
las labores de suelo y en función de la humedad del suelo y su
componente en arcilla. El mejor herbicida es aquel que ataca a las
hierbas incluso antes de nacer, por tanto, los herbicidas de presiembra
son los más eficaces.
Inmediatamente antes de la siembra o entre
la siembra y la emergencia se pueden usar herbicidas totales como
glyfosato o paracuat + dicuat. Igualmente, a lo largo de todo el ciclo
del cultivo pueden emplearse los herbicidas de acción contra gramíneas.
Los herbicidas específicos más importantes son:
•
Linuron, que actúa por contacto y por las raíces. Puede ser utilizado
en preemergencia y postemergencia. En el segundo caso, no antes de las
dos hojas verdaderas del cultivo. Este producto confiere a la planta
cierta sensibilidad a las temperaturas extremas, por tanto, es
aconsejable no utilizarlo después de muy altas o muy bajas temperaturas,
o cuando se presuma que puedan darse estas condiciones.
• Pendimetaline, actúa en complemento del linuron. Inhibe el desarrollo de las plantulas de malas hierbas.
•
Metoxuron, actúa por absorción foliar y radicular sobre gran número de
adventicias. Se usa en presiembra o después que la zanahoria alcance el
estado de tres hojas verdaderas.
• Prometrina, actúa por vía radicular y foliar. Puede utilizarse en preemergencia y en postemergencia precoz de adventicias.
Aclareos: deben realizarse cuando las plantas tienen 2 ó 3 hojas,
dejando entre plantas una distancia comprendida entre 8 y 15 cm.
Normalmente suelen darse dos aclareos sucesivos en un intervalo de diez
días.
Escardas: las escardas son necesarias siempre y cuando no
se utilice el desyerbe químico, una o dos limpias de malezas es
necesario con azadón o cultivadores.
Recolección
Las variedades de zanahoria tienen un ciclo de cultivo variable, que cubren entre setenta y cinco y ciento treinta días.
Son
múltiples los usos de la zanahoria en el mercado. El estado de
recolección va a depender finalmente del uso que el mercado le demande.
Actualmente, casi la totalidad de los tipos de zanahorias se recolectan
mecánicamente, salvo las variedades de manojos y otras raras
excepciones. Los manojitos se recolectan y confeccionan manualmente para
que lleguen frescos al mercado con el máximo de hojas tersas.
Se
recolecta, en forma generalizada, en el máximo desarrollo de la raíz,
cuando la punta está bien rematada, las paredes son lisas, bien
coloreadas y se alcanza el máximo de peso potencial. Todo este proceso
sucede con antelación a la subida a flor que deprecia totalmente el
producto.
Las máquinas, con independencia de ser arrastradas,
semisuspendidas o automotrices uni o plurilíneas, recolectan por dos
sistemas básicos: aprehensión por hojas o por raíces.
El primer
método es el más usado para recolecciones de estación y destinado al
lavado. El segundo, a recolecciones de zanahorias conservadas en campo
durante el invierno.
El destino mayoritario en España una vez
recolectada son los lavaderos. En unos cilindros con agua se procede a
la eliminación de la tierra y partículas extrañas que acompañan las
raíces. Posteriormente, suele pasarse por una cadena de selección donde
son eliminadas las raíces torcidas, deformes, de pequeño calibre o
excesivamente gruesas. A continuación son pesadas y empaquetadas.
El rendimiento medio de un cultivo de zanahorias puede cifrarse entre 25 y 35 t/ha.
Conservación
Una
vez que las zanahorias han sido recolectadas y deshojadas, en la
central hortofrutícola sufren un lavado en el interior de unos cilindros
rotativos, a continuación se calibran en 2 ó 3 categorías manualmente o
a máquina; finalmente se envasan dentro de bolsas de polietileno, que
se depositan en cajas. En ocasiones, sin haberse deshojado, se lavan,
calibran y se agrupas en manojos.
La conservación en cámara
frigorífica a 0ºC y 90-95 % de humedad relativa puede permitir un
almacenamiento en buenas condiciones durante dos o tres meses.
Cuando
se almacenan frigoríficamente zanahorias junto con otros productos,
como manzanas, que desprenden etileno, se pueden detectar sabores
amargos, como consecuencia de la formación de cumarina. Estos efectos
pueden minimizarse como la conservación frigorífica a baja presión,
“LPS”.
Plagas y enfermedades
Plagas:
- Mosca de la raíz (Psylla rosae):
El adulto mide 4,5 mm y presenta cabeza parda y abdomen alargado y
negro. La larva es de color blanco amarillento brillante, y de 7-8 mm de
longitud y ápoda. Iverna en el suelo en estado pupario. Hacen su
aparición en primavera. Biología: ovopositan en el suelo u otros
cultivos (apio, etc.). A los diez o doce días, salen las larvas que
penetran en el interior de la raíz, excavando una galería descendente
que llega hasta casi el final de la raíz. Transcurrido un mes, se
transforman en ninfas. Los adultos hacen su aparición a mediados o
finales de julio para después convertirse en ninfas. Daños: pérdida del valor comercial de las raíces atacadas. Lucha:
se combate mediante pulverizaciones de dietión, clorfenvinfos o
aplicaciones al suelo de fonofos, tricloronato, diazizon, pirimifos,
etil-bromofos, carbofurano, etc. Es recomendable una desinfección del
suelo y de semillas.
-Gusanos grises: son insectos
pertenecientes a la familia de los Noctuidos (Agriótidos), género
Agrotis .Las orugas devoran las partes aéreas de las plantas durante la
noche, en tanto que permanecen en suelo o bajo las hojas secas durante
el día.Se combaten con cebos envenenados con triclorfón, pulverizaciones
de clorpirifos, aplicaciones al suelo de gránulos de foxim, clopirifos,
cifloxilato, etc.
- Gusanos del alambre: son coleópteros
de la familia de los Elatéridos, cuyas especies más nocivas pertenecen
al género Agriotes (Agriotes obscurus L., Agriotes sputator L., Agriotes
lineatus L.).Atacan las raíces de la zanahoria produciendo galerías
que, a menudo, generan podredumbre. En determinadas zonas ha llegado a
convertirse en una plaga muy importante. Lucha. En el momento de
la siembra se deposita un insecticida granulado en el suelo cuya materia
activa puede ser clorpirifos, teflutrín o diazinón. Si persiste el
problema se volverán a realizar tratamientos aereos.
-Pulgones: Cavariella aegopodii. Aphis spp. Myzus persicae. Familia de los Afididos.
• Sintomas.
Se alimentan picando la epidermis, por lo que producen fuertes
abarquillamientos en las hojas que toman un color amarillento. Los
pulgones son vectores de enfermedades viróticas, lo que los hace
doblemente peligrosos. Las raíces, a veces, resultan también dañadas por
pulgones del género Pemphigus que se reconocen fácilmente por el
revestimiento lanoso y blanco de su cuerpo.
• Lucha:
1.
Biológica. Existen numerosos depredadores de los pulgones, como la
Coccinella septempunctata o mariquita, la Chrysopa y algunos parásitos
himenópteros que desarrollan sus larvas en el interior del pulgón.
2.
Lucha química. Hay buenos productos aficidas de contacto, penetrantes o
sistémicos, propios para insectos chupadores. Los de contacto son sólo
eficaces si llegan a tocar el insecto y, por tanto, únicamente son
aplicables en el caso de que los pulgones no estén protegidos en el
interior de las hojas abarquilladas. Las materias activas que podemos
utilizar son: diazinón, lindano, malatión, pirimicarb, fenitrotión o
piretroides. Para los pulgones radicícolas valen las materias dadas para
la mosca de la zanahoria.
-Nematodos:
Cada día va
siendo un factor más limitante por la repetición de cultivos sensibles.
Hoy, en determinadas tierras muy infectadas, se ha tenido que abandonar
el cultivo de la zanahoria.
Según los síntomas tenemos dos grupos:
Heterodera
carotae. Muy importante en climas templados. Resultado de su ataque son
plantas con follaje muy reducido y hojas de color rojizo. Las raíces
son pequeñas y en ocasiones bifurcadas, provocando una cabellera anormal
de raicillas oscuras.
Meloidogyne incognita, M. Arenaria, M.
Javanica, M. Hapla. En condiciones cálidas producen importantes daños
sobre las raíces de zanahorias, transformándolas en ristras de agallas.
• Lucha.
Los nematodos se desplazan muy lentamente (aproximadamente 1 m al año),
lo que hace que las zonas atacadas dentro de una misma parcela puedan
localizarse con facilidad por el contraste que aparece en la vegetación
en forma de rodales en el terreno.
Sin embargo, todos estos
síntomas pueden ser debidos a otras plagas y si se quiere determinar con
seguridad la existencia de estos parásitos es conveniente enviar
muestras de tierra y raíces a un laboratorio especial para su análisis.
La
lucha contra los nematodos se nos presenta difícil debido a la gran
resistencia que presentan frente a los agentes físicos y químicos. La
ausencia en estos momentos de variedades resistentes reduce los métodos
de defensa a los siguientes:
1. Métodos físicos. Tratar la
tierra con vapor o bien con agua caliente puede resultar bastantes
eficaz, ya que los nematodos mueren a temperaturas de 40 ó 50 ºC. Este
sistema se ha utilizado bastante en semilleros e invernaderos.
2. Métodos biológicos. Existen numerosos nematodos depredadores de los nocivos descritos anteriormente.
3.
Métodos culturales. Existen, en primer lugar, medidas preventivas
consistentes en procurar que la plaga no se traslade de un campo a otro:
lavar bien los aperos de labranza, las ruedas de máquinas, etc., que
hayan estado trabajando en campos contaminados. Una cuidadosa rotación
de cultivos, una vez conocida la especie existente en el campo, de modo
que las plantas preferidas por la especie de nematodos no se cultiven
sino tras un periodo de tiempo de al menos 5 años.
Una gran parte
de las especies de nematodos son polífagos, por lo que pueden
permanecer a costa de las raíces de la vegetación silvestre. Por ello,
una limpieza de ésta a partir de herbicidas o trabajos culturales será
muy conveniente.
4.-Metodos químicos. Existen varios compuestos
químicos indicados para combatir los nematodos, los cuales son realmente
eficaces bien aplicados; aunque son realmente caros y altamente
tóxicos: bromuro de metilo, dicloropropeno, metam-sodio o enzone.
Enfermedades criptogámicas:
-Podredumbre negra de las raíces: Producida por el hongo Stemphylium radicinum: origina
lesiones en la parte superior de la raíz recubiertas de una mohosidad
negruzca. Para evitar esta enfermedad deben tratarse las semillas con
fungicidas y tratar preventivamente con folpet, captan, oxiquinoleato de
cobre, clortalonil, tebuconazol, etc.
-Rhizoctonia violacea Tull: poco
común en zanahoria, pero muy grave si ataca. Produce deformaciones y
podredumbre en raíces. Su control es difícil una vez instalado. Suele
controlarse con desinfecciones del suelo a base de PNCB o con rotaciones
amplias del cultivo.
-Quemadura de las hojas:
Enfermedad muy común en el cultivo de la zanahoria. Está producida por
el hongo Alternaria dauci y aparece durante el verano y el otoño, sobre
todo, en ambientes húmedos y calurosos.
• Síntomas. Se presentan
primero en forma de pequeñas manchas parduzcas, aureoladas de amarillo y
diseminadas por el borde de las hojas. Al aumentar el número de las
manchas mueren los tejidos intermedios, con lo que deseca el foliolo
completo. La planta aparece como quemada por el sol o por un tratamiento
mal efectuado.
El hongo puede provocar primero marras de
nascencia muy considerables al ser trans-portado por las semillas y, más
tarde, chancros en la raíz principal.
• Lucha. Si hay riesgo de
ataques son recomendables tratamientos con fungicidas preventivos como:
captan, maneb, ziram, mancozeb y clortalonil. Por otro lado, en el
mercado van apareciendo variedades muy tolerantes a esta enfermedad.
-Podredumbre blanca de raíces o Sclerotinia Sclerotiorum: se
presenta en el campo o en el almacén de conservación. En el cultivo,
los síntomas aparecen a nivel del cuello como una pudrición húmeda con
un micelio algodonoso blanco, que produce finalmente esclerocios negros.
Los tratamientos con benomilo o vinclozolina deben venir acompañados de
medidas culturales, como evitar el exceso de vegetación o la repetición
frecuente de cultivos en parcelas infestadas.
-Cercospora carotae:
enfermedad frecuente. Producen manchas sobre las hojas y pueden llegar a
provocar la muerte de las plantas. Se combaten de forma preventiva con
mancoceb, zineb, captan…
- Plasmopara nivea o “mildiu de la zanahoria”: En
el haz, produce manchas amarillentas, y en el envés, un micelio
afieltrado. Tratamientos preventivos con mancozeb, captan, oxicloruro de
cobre, o curativos con mezcla de los anteriores y cimoxanilo, pueden
controlar la enfermedad.
-Leveillula taurica y Erysiphe umbelliferarum: “Oidios
de la zanahoria”. Los síntomas se manifiestan por la presencia en la
superficie foliar de un polvo blanco. Se presenta en condiciones de
ambientes secos y temperaturas altas. Se combaten con benomilo, dinocap,
triadimefon, etc. Sclerotinia sclerotiorum: Produce podredumbres en
raíces, con desarrollo de micelios blanquecinos. Tratamientos al suelo
con PNCB y de benomilo o vinclozolina en hojas, así como rotaciones
amplias en el tiempo, son convenientes para prevenir esta enfermedad.
-Enfermedad del "picado" o "cavity-spot":
Esta
enfermedad constituye hoy uno de los mayores problemas del cultivo de
la zanahoria. Los primeros síntomas se caracterizan por la aparición
sobre la raíz de pequeñas manchas elípticas y translúcidas con contornos
netamente delimitados. Dichas manchas evolucionan rápidamente a
depresiones de color marrón claro, provocando un hundimiento y
oscurecimiento de los lechos de células superficiales
El
principal agente de esta enfermedad es Pythium violae. Otras especies
(P. sulcatum, P. intermedium, P. rostratum) también pueden estar
implicadas, pero en menor proporción.
La humedad del suelo
permite el acceso de Pythium a las raíces, por lo que los terrenos
pesados y de mal drenaje son particularmente favorables a la enfermedad,
junto a una fuerte fertilización nitrogenada. El cultivo frecuente de
zanahorias sobre el mismo terreno agrava el estado sanitario de los
cultivos.
Existen diferencias varietales de sensibilidad a esta
enfermedad, aunque actualmente no se dispone de tipos comerciales
resistentes. Por contra, la lucha química puede ser eficaz, aunque cara,
mediante metalaxil y oxadixil.
Las posibilidades de lucha
química no deben de hacer olvidar el interés de las prácticas de cultivo
como métodos preventivos: drenaje, rotaciones y fertilización
nitrogenada razonada.
-Podredumbre invernal. Phytophthora megasperma: aparece
como una mancha vítrea en un punto cualquiera de la raíz que se
extiende formando un anillo, oscureciendo hasta rodearla totalmente. Los
inviernos suaves y húmedos contribuyen a extender la enfermedad. El
metalaxil y el oxadixil aseguran un buen nivel de protección.
Enfermedades bacterianas:
-Erwinia carotovora y Xanthomonas carotae: bacteriosis de la zanahoria, originan podredumbres más o menos blandas en raíces.
Virus y micoplasmas:
-Virus del enanismo, transmitido por pulgones.
-Virus del mosaico de la zanahoria, transmitido por pulgones.
-Virus del mosaico del apio, transmitido por pulgones.
“Todos estos virus transmitido por pulgones se combaten mediante la prevención de esta plaga”
-Amarilleamiento de la zanahoria, producido por un micoplasma del tipo “Aster Yellow”, transmitido por cicádulas.
Fisiopatías
-Sequía: Produce fibrosidades de consistencia dura que deprecian la calidad comercial.
-Raíces agrietadas: Accidente
relacionado con la humedad del suelo. Suele ocurrir en épocas en que
las raíces engordan demasiado, mientras que el crecimiento foliar es
escaso.
-Raíces bifurcadas, deformadas, montadas: Anomalía
típica que suele presentarse cuando se cultivan zanahorias en suelos
pedregosos, excesivamente fuertes o aterronados.
-Necrosis foliares: En
ocasiones pueden verse necrosis marginales en hojas todavía no
desarrolladas totalmente, en el caso de que el cultivo se esté
realizando en condiciones climáticas muy favorables. Estas necrosis
parece ser que pueden ser atribuidas a una mala traslocación del calcio,
como ocurre en los denominados "tipburn", y puede corregirse
parcialmente mediante la aplicación foliar de este elemento.
- Carencia de boro: Produce manchas gomosas en las raíces, enmarronecimiento de las mismas y deformaciones.
- Subida a flor prematura: Deprecia comercialmente la cosecha y las raíces adquieren un sabor amargo.
FUENTE: http://html.rincondelvago.com/cultivo-de-la-zanahoria.html
FUENTE: http://html.rincondelvago.com/cultivo-de-la-zanahoria.html